Presidentes
encarcelados
Por: Roberto
Valenzuela
De visita en Perú, el Papa Francisco
preguntaba sobre qué le pasa a los gobernantes de esa nación que todos van a la
cárcel al salir del poder. Bueno, es el gen de la corrupción que tienen las
elites políticas de Latinoamérica, que piensa que un cargo público es una
millonaria herencia familiar que deben traspasar a bancos locales y
extranjeros y malgastar en lujos, mujeres, fiestas, carros, yates,
viajes.
Hay casos tan peculiares como el de Alan
García. Fue presidente dos veces (1985-1990 y 2006-2011) y en ambas salió
envuelto en complejos escándalos de corrupción. En el último ha
estado “sudando la gota gorda” sentado en el banquillo de los acusados por el
caso Odebrecht. En el primer gobierno dejó a Perú en bancarrota y tuvo que
salir corriendo como un “caballo desbocado” o “alma que se la lleva el Diablo”
para eludir la Justicia. Vino a Santo Domingo y fue entrevistado en el programa
nocturno “Punto Final”, de Color Visión (Canal 9), por nuestro grandioso Freddy
Beras Goico y denunció que era un perseguido político del presidente Alberto
Fujimori. Reveló que para burlar el cerco militar de su casa, cuando
lo fueron a apresar, hizo “un escape de película”: narró que salió
corriendo por el techo de cinco casas.
Fiera
enjaulada
Fujimori “hizo y deshizo”,
hubo abuso de poder: cerró el Congreso, reestructuró la Justicia (puso a
amigos, familiares como jueces y fiscales). Eliminó las dos últimas
guerrillas: Túpac Amaru y Sendero Luminoso. Fujimori hizo que al líder de
Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, lo enceraran en una de las cárceles más
espantosas y para humillarlo fue exhibido a la prensa encerrado, con su traje
de preso, en una jaula como un animal salvaje.
Cosas de la vida; como “el Diablo no
duerme en su cama”, el arrogante bravucón de Fujimori, antes de culminar su
segundo mandato (gobernó de 1990-1995 y 1995-2000), se vio envuelto
en un escándalo de corrupción, asesinatos, violación de los derechos humanos.
Cuando vio que la cosa se puso fea, huyó a Japón, de donde es su descendencia
familiar. Desde allá mandó un fax renunciando a la Presidencia. Hubo un proceso
de extradición y fue encerrado en la misma cárcel que había preparado para
Abimael Guzmán.
Presidente
limpiabotas
Llegó a la Presidencia Alejandro Toledo
(desde 2001 a 2006), un economista de origen humilde, había sido limpiabotas,
pero se superó y estudio en las prestigiosas universidades norteamericanas: la
de San Francisco, Harvard y Stanford. Ahora está prófugo
en Estados Unidos, mientras es requerido por la Justicia por sospecha de
corrupción en el caso Odebrecht.
Marido
y esposa
Es de conocimiento de la opinión pública
mundial, por la conmoción que ha causado la renuncia de PPK (Pedro Pablo
Kuczynski). Pero resulta que él, Kuczynski, sustituyó en el cargo al
izquierdista, Ollanta Humala, quien estuvo en la cárcel junto a su esposa,
Nadine Heredia. También por el caso Odebrecht.
Lo más terrible es que lo que hundió
a PPK es un video que hizo circular la principal líder opositora, Keiko
Fujimori, pero ella también está involucrada o se le menciona en al
caso Odebrecht.
En Perú está demostrado que el enemigo
número uno del desarrollo de los pueblos es la corrupción (debilita los
gobiernos): esa nación está sumida en la pobreza.
El error
Fue un error de la élite política
peruana forzar la salida de PPK, no han medido las consecuencias, el
vicepresidente que asume la Presidencia, Martín Vizcarra, ya había estado a
punto de ser destituido por un escándalo de corrupción por haberse involucrado
en unas negociaciones de una constructora de Argentina en Perú. La
vicepresidenta, Mercedes Aráoz, también ha sido salpicada por la
corrupción. En el lodazal peruano de la corrupción PPK representaba
un “mal menor”, su salida no frenará la corrupción y ahora seguirá un periodo
de inestabilidad política, económica y social: muchos inversionistas
abandonarán el país.
En conclusión: es correcta la lucha en contra
de la corrupción –y debe seguir)–, pero en esta coyuntura el remedio
será peor que la enfermedad.
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