Los candidatos “del 20”
Roberto Valenzuela
Las elecciones de 2020 vendrán cargadas
de dinamismo, sorpresas: además de las “tradicionales peleas” de grupos por el
control de los partidos, distinguidas figuras pueden ir en busca de una curul
en el Congreso y las alcaldías. Se había dicho que el ministro Administrativo
de la Presidencia, José Ramón Peralta, podría aspirar a la Presidencia; pero
varios dirigentes me han confiado que presuntamente será candidato a senador
por La Vega.
Aunque no me ofrecieron datos precisos,
afirman que podría ser candidato a senador por Barahona o a alcalde por la
capital, el activo ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo. Él, Peralta y
el ministro de Educación, Andrés Navarro, son de los denominados
“presidenciables” que, dentro del Gobierno, tienen la mejor imagen política.
A diferencia de los anteriores,
son figuras opacas y de poca aceptación, pero aspiran el
ministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret; el
administrador del Banco de Reservas, Simón Lizardo. La elevada cantidad de “contendores”
se debe a que en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se maneja la
“tesis” de que “con cualquiera se gana” por lo “débil” de la
oposición. Olvidan que en política no hay enemigos pequeños: no se
puede subestimar ningún contrincante.
Si la competencia fuese por el que ha
acumulado más dinero y poder, “con cualquiera” de los más de 20 funcionarios
que aspiran se gana fácil… Pues no. El dinero es importante aquí,
allá y acullá, pero se requiere liderazgo, arrastre para ganar unas elecciones
presidenciales; a pesar de las fallas del sistema político tradicional.
A excepción de Peralta, Castillo,
Navarro, la vicepresidenta Margarita Cedeño y el pastor y exdiputado Carlos
Peña, los funcionarios-aspirantes a la Presidencia han hecho poco o nada para
aprovechar el cargo para construir o echar las bases de su propio
liderazgo. No han aprovechado el empuje o las ventajas del cargo
para moldear su imagen política.
Como primera dama y vicepresidenta,
Cedeño logró desarrollar proyectos que tuvieron aceptación en la población.
Carlos Peña, cuando fue diputado, logró aprobar más de nueve proyectos de su
autoría; y desde hace tiempo desarrolla una intensa labor por todo el país con
su novedosa iniciativa Generación de Servidores, que define como una corriente
de pensamiento político, social, económico, administrativo y espiritual.
El Pachá y Robertico
Por el PLD iría en busca de una
diputación Robertico Salcedo, al igual que “El Pachá” (Frederick Martínez). De
ambos salen promociones en las redes sociales. Estas figuras de la televisión
tienen mucha popularidad.
No me dijo por cuál partido, pero una
comunicadora allegada a él me dijo que Cristian Casa Blanca,
el clarividente que adivina los números de la Lotería, será candidato
a senador por la provincia Hermanas Mirabal. Me explicó que aunque no lo
promociona, desarrolla una intensa labor social, ayudando a personas
pobres. Citó que cuando estuvo detenido se dedicó a ayudar a los
internos de escasos recursos económicos, dándole la comida diaria y pagándoles
la asistencia legal de
abogados.
Podría ser candidato a
senador por Monseñor Nouel, “El Torito”, Héctor Acosta, un destacado
artista con sensibilidad humana. Buscaría la candidatura
a senador por la capital por el PRM el controversial cirujano
plástico Edgar Contreras, quien hizo un intento en las pasadas
elecciones.
El alcalde capitaleño David Collado
figura en las encuestas con mucho potencial para la candidatura presidencial;
quiere ser Presidente el procurador general de la República, Jean Alain
Rodríguez; y el exministro de la Juventud, Manuel Crespo, que recorre el país
pregonando su propuesta.
Caras nuevas
Yo pienso diferente a casi todo el
mundo, en relación con que a los jóvenes y a las mujeres hay que darle esto y
lo otro: se inventan “cuotas”. Eso es un absurdo, ya que los
partidos simulan cumplir con las “cuotas”, pero terminan
favoreciendo a hijas, amantes, esposas, amigos y familiares de las cúpulas de
las organizaciones.
Hay dirigentes que tienen la
equivocación que por pertenecer a grupos o ser cercanos al expresidente Leonel
Fernández, al presidente Danilo Medina, estos les pueden “traspasar” su
liderazgo y seguidores para aspirar a una posición tan importante
como la Presidencia.
El liderazgo no se traspasa, se
construye en base a que el dirigente se debe capacitar en el arte de la
política y al trabajo constante en la población de votantes y en las bases del
partido. Para citar algunos casos: nadie regaló nada a Joaquín Balaguer, José
Francisco Peña Gómez, Juan Bosch, Leonel, Danilo e Hipólito
Mejía. Ellos pelearon sus espacios en la política.
En conclusión: los partidos tienen
muchas caras nuevas (eso es bueno), pero tendrán, en base a su talento, que
desplazar a “los viejos robles” que no quieren ceder los espacios que se
ganaron con mucho sacrificio.
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