viernes, 16 de febrero de 2018
7:29
perfil224
OPINION
1 comentario
La Sombra del Chamán Chakra
Por: Roberto Delgado
"Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda". (M.L.King)
Hablar del truculento crimen cometido por el sicópata autodenominado "Chaman Chacra", es una tarea que debe realizarse con objetividad y sobre todo con mucho respeto, tanto por la memoria de sus víctimas, como por la seguridad de la mal llamada comunidad "metálica".
Los medios de comunicación han narrado los hechos con espantoso lujo de detalles, por ende, no profundizaré en este tenebroso menú feminicida, infanticida y necrofílico; asumo más provechoso dejar los expertos en la conducta humana escudriñar los recovecos del cerebro (o el alma, si es que tiene) de este inexpugnable asesino.
Pienso que la rabia y la indignación es tanta, que las palabras huecas sólo contribuyen a exacerbar el morbo y la desinformación. Es mal sano hablar por hablar sin nada provechoso que aportar al consciente colectivo.
La importancia de las etiquetas.-
Como una herramienta natural de supervivencia, los humanos recurrimos a las etiquetas para descifrar las personas que la vida coloca en nuestro camino. Obviamente, debajo de las etiquetas se escribe toda la hoja de prejuicios que sazona nuestra individualidad.
Dicho mecanismo cerebral sirve para protegernos de personas desagradables o situaciones potencialmente peligrosas, sin embargo, el mismo mecanismo también nos permite crear empatía con aquellos que comulguen con nuestros gustos, creencias o aficiones.
¿El fantasma de la inquisición 2.0?.-
Aclarado lo anterior, percibo en el ambiente un peligrosísimo ejercicio de generalización (como si resonaran antiguas trompetas inquisitorias), en contra de un conglomerado cuyo único pecado es indentificarse con la estética gótica y un sonido musical diferente al gusto mayoritario: los metálicos.
Leer en las redes sociales algunos borregos decir frases al estilo de "los metálicos beben sangre", "los heavy metal son satánicos", "el demonio se apodera de quien escucha esa música", no debe quedarse en lo anecdótico y debe vigilarse con mucho cuidado para evitar futuras injusticias. La ignorancia suele ser necia.
Y es que lo preocupante no es leer a los borregos de a pie despotricar contra los "metálicos" en las redes sociales, lo tenebroso es escuchar ciertos especialistas y comunicadores abrazar el mismo discursillo 'metalofóbico'. Ahí está el detalle.
Si nos vamos a los esterotipos, cada tribu musical presenta características definidas. En lo particular, el Heavy Metal (y sus derivaciones) me resulta infantil comparado con otros géneros musicales imperantes, por ejemplo:
1) El Regueatón: machismo, sexismo, consumismo desmedido, estética estrafalaria y ostentosa, donde predominan las marcas de lujo y el oro.
2) El Rap, Trap y el Dembow: machismo salvaje, sexismo desmedido, vandalismo, mafias callejeras, apología de la narcocultura, estética ostentosa con predominancia de las armas, el oro y las marcas de lujo.
3) El Heavy Metal: letras nihilistas, individualistas, historias de leyendas o mitológicas, sonidos distorsionados e ininteligibles, vestimentas oscuras con predominancia del negro. Amor por la estética gótica.
En conclusión.-
Escoja usted el que más le acomode y el que menos le moleste. Sin embargo, procuremos no caer en el recurso fácil de juzgar toda una comunidad por culpa de un maldito sicópata, que por casualidad, quizá prefería escuchar a Ironmaiden o Metallica en vez de Mozart La Para o El Alpha.
Llo quiero saver q no se as dicho o no me es enterado de q nacionalidad es si es dominicano de q lugar es o si es de otros país
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