GUACANAGARIX, EL PRIMER ALIADO DE CRISTÓBAL COLÓN EN EL NUEVO MUNDO…
Guacanagarix era uno de los cinco caciques que gobernaban nuestra isla cuando Cristóbal Colón la “descubrió” el 5 de diciembre de 1492.
Guacanagarix gobernaba el extenso Cacicazgo de Marién, demarcación que estaba subdividida en 14 nitaínos y que abarcaba el territorio de las actuales provincias Montecristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde y parte de Puerto Plata (en la República Dominicana), así como todo el territorio localizado al norte del río Artibonito (en Haití).
Guacanagarix tenía su sede ejecutiva en un lugar conocido como “El Guarico”, ubicado cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano, en el norte de Haití… Cuenta la historia que Guacanagarix fue el primero de los cinco caciques de la isla en entablar relaciones con Colón, con el que desde el principio se mostró complaciente y generoso.
Así la cosas, aunque los "indígenas" y los españoles hablaban idiomas distintos y todavía no se sabe con exactitud cómo lograron entenderse, Guacanagarix y sus súbditos quisieron agradar a los españoles con oro, mientras que éstos, a cambio, les regalaron espejos a los aborígenes, los cuales no conocían éste objeto y nunca habían visto su propia cara…
Naufragada la barca "Santa María" el 25 de diciembre de 1492, Guacanagarix le prestó una formidable ayuda a Colón para salvaguardar los restos del navío, los cuales el Almirante aprovechó para construir un fuerte militar en su territorio, cerca de la bahía que ahora se llama Caracol, en el norte de Haití. A ese fuerte militar de avanzada en el Nuevo Mundo, Colón le puso por nombre “La Navidad”, en recuerdo de la fecha en que ocurrió el naufragio de la nave capitana de su expedición.
Ya sea que lo hiciera por conveniencia política, por ingenuidad, por cobardía o por un deseo sincero de colaborar con los extraños visitantes, lo cierto es que esta extraña decisión de Guacanagarix significaba una gran afrenta para los líderes "indígenas" que veían con preocupación la presencia de elementos extraños en las costas de la isla…
Cuando Colón emprendió el viaje de regreso a España para dar cuenta a los Reyes Católicos del “descubrimiento” de “nuevas” tierras, dejó en el fuerte La Navidad una guarnición de 39 hombres, al mando de un capitán llamado Diego de Arana, uno de sus hombres de mayor confianza… Sucedió, sin embargo, que meses más tarde, los 39 hombres fueron matados y el fuerte La Navidad fue reducido a escombros, hecho atribuido a Caonabo, cacique de Maguana, un territorio ubicado en el corazón de la isla…
Cuando Colón regresó a “La Española”, en noviembre de 1493, encontró destruido el fuerte y desaparecidos a todos los españoles que allí habían quedado. El Almirante también se encontró con que el cacique Guacanagarix estaba “convaleciente” tras supuestamente haber resultado herido en duro combate contra los criollos que destruyeron el fuerte.
A través de Guacanagarix, Colón supo que el despiadado ataque a su avanzada en el “Nuevo Mundo” se había producido debido a la avaricia y lujuria de los españoles, los cuales habían tenido enfrentamientos feroces entre ellos y con los aborígenes por oro y por mujeres…
La historia tradicional dice que tras el segundo viaje de Colón, Guacanagarix se negó a cooperar con otros caciques que trataron de expulsar a los españoles de la isla y, en cambio, acompañó a los españoles a explorar la zona del Cibao en busca de oro, razón por la cual el complaciente cacique se vio obligado a internare en las montañas, en cuyas entrañas murió en el año 1494…
Más de quinientos años después de aquellos extraños hechos, en la República Dominicana se suele usar el término peyorativo “complejo de Guacanagarix” para reprochar el comportamiento de un criollo que prefiere lo extranjero por encima de lo nacional, o muestra preferencia en el trato hacia los extranjeros.
Buen artículo hermano
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