sábado, 1 de octubre de 2016
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"Mis Reflexiones Introspectivas"
Por Gabriel Cruzman
La sociedad dominicana cree cada día menos en sus periodistas y los medios de comunicación
Por las malas prácticas que han y están incurriendo muchos periodistas y medios de comunicación de la República Dominicana, la credibilidad de los ciudadanos e instituciones a ellos disminuye.
Es harta conocida la expresión que reza "no hay corrupto sin corruptor" y este caso no es la excepción. Desde el gobierno, principalmente, se promueve el silencio o la difusión de libelos a cambio de sumas, favores o puestos, para que este profesional de los medios de comunicación de masas lo ejerza entre sus malas prácticas, a tal punto que aquel que se niega es visto como un paria dentro de sus iguales.
También es comprada su conciencia, mejor dicho, sus servicios mercenarios por empresarios, partidos de oposición política, narcotraficantes y crimen organizado, asociaciones religiosas, embajadas, sindicatos de trasporte y de todo tipo, en fin, es un mercado persa donde la desinformación es una mercancía que tiene un alto valor. Lástima que muchos de estos han salido de las mejores escuelas de periodismo del país, aunque la gran mayoría es enganchada al ejercicio cotidiano de comunicar a través de un medio.
Los periodistas que honran la profesión con sus trabajos periodísticos bien fundamentados o que en sus clases promueven la deontología periodística por encima de cualquier propuesta indecente, son objeto de todo tipo de vejámenes, burlas, maltratos, exclusiones, atropellos, obstáculos, agresiones, insinuaciones, calumnias, difamación, aislamiento y toda bellaquería existente.
Me consuela que todo es cíclico, que el tiempo ayuda, que las cosas vuelven por sus fueros, que el pueblo juzga y no perdona a sus traidores: sólo espero que no sea demasiado tarde!
Estamos a tiempo, no esperemos tocar fondo, ante tan evidentes acciones negativas a una profesión tan noble y altruista.
Opinemos periodistas honestos y de buen ejercicio ante aquellos facinerosos que mancillan cada día la profesión que sirve de garante a la democracia y la paz de las sociedades. También invito a toda la sociedad a opinar y demandar de los periodistas un ejercicio integro.
Si un periodista no se motiva a defender el buen nombre de su profesión es por que ya está contaminado o quiere que le hagan ofertas indecorosas.
Debemos crear un movimiento que de a conocer las malas prácticas de periodistas inmorales y que se expongan ante la sociedad sus acciones.
Les dejo con un comentario de el periodista Marino Zapete cónsono a lo que he venido enseñando en las aulas y denunciando ante mis compañeros en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), más no ante los medios tradicionales de comunicación que le rehuyen al tema como el diablo a la cruz y me haré el inocente al preguntarme los porqués.
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