domingo, 17 de enero de 2016
9:58
perfil224
OPINION
No Hay Comentarios
MUJERES DE GRANDES LIGAS
“LA DICHA DEL PROCESO"
carolina cruz de Martínez
@miacarolina45
INICIACIÓN: Cuando uno es adolescente tiene muchas metas, sueños, visiones, anhelos. En el deporte, uno buscar ser el próximo Jordan, Alex, Serena, Félix, y catapultarse en la historia de la vida como uno de los grandes profesionales deportistas.
Esta parte de iniciación es necesaria en todo corazón. Los grandes motivadores y psicólogos siempre recomiendan hacer un mapa mental de la trayectoria a trazar, pues ayuda a ubicarnos en una fase inicial. Lo que muchos a veces no nos enseñan es a como disfrutar el proceso hacia la meta, sin abandonarlo, aborrecerlo, ignorarlo o abortarlo.
Como todos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, el proceso de iniciación y conclusión es solo parte del camino. La dicha de todo ser humano está en tener la capacidad de apreciar el camino al andar, dado que es el entrenamiento que necesitamos para llegar al final.
DISFRUTANDO EL PROCESO: La dicha del proceso es poder observar, disfrutar, aprender y crecer, mientras vamos desarrollando nuestra historia. Hay más bendiciones y riqueza en el proceso en sí, que en la culminación como tal, pues ahí es que descubrimos de que estamos hechos. En el proceso conocemos al que vive en nosotros, al externo y al entorno. En el proceso, aprendemos lo difícil y arduo de escalar cada peldaño y en efecto, valoramos más cada cosa que logramos. En el proceso estimamos las cosas que una vez tuvimos cuando las perdemos, y se saca de abajo para poder recuperarlas si aún hay tiempo. Cuando viene una lesión, valoramos la salud; cuando hacemos una mala inversión, entendemos el valor de la buena administración; cuando perdemos un partido, añoramos haber hecho ese movimiento en el tiempo debido; y si perdemos un familiar, nos proponemos amar y valorar más al que aún nos queda cerca.
El proceso es lo verdadero, pues la meta o conclusión es solo un momento, en comparación a todo lo que cuesta llegar al final. Cuando un jugador se lastima, ,el proceso de recuperación es cruel, frustrador, tenaz y para algunos hasta de humillación. Pero muchas veces sirve para poner en perspectiva cosas que estaban fuera de lugar, más allá de la lesión física. A veces no sólo está lastimado el jugador, sino también la parte personal, financiera, o algo más que amerita atención y sanidad.
El proceso es lo que nos enseña experiencias de vida que luego podremos enseñar a las generaciones que vienen detrás. Cada uno de nosotros tenemos cicatrices de caídas, heridas y tropiezos en esta vida, que es lo que nos hace tener autoridad para hablar, exhortar y aconsejar Nadie nace sabiendo, solo se hace camino al andar.
Nosotros siempre perseguimos cosas y estamos detrás de algo, solo para retractarnos y lamentarnos de no haber disfrutado como debíamos el proceso a lograrlo. Muchos socialmente exitosos cuando se ven en lecho de muerte o de enfermedad, generalmente exhortan a la sociedad a disfrutar de sus seres queridos, a no afanarse por el cúmulo de riquezas, a buscar el significado de la vida en la simpleza. Cosas, que por llegar velozmente a la meta final obviamos y luego valoramos solo cuando ya no están.
LA GRAN DICHA: En el proceso hay una gran dicha pues nadie llega a culminarlo sin antes nacer, crecer y reproducirse. Llegar a la cima no se hace con varita mágica y para poder encumbrar arriba es necesario impulsarnos desde muy abajo.
Disfrutemos nuestros procesos. Cada uno de ellos. Analógicamente, nosotros atravesamos por la Rookie, clase A, double A, triple A y Grandes Ligas. Nunca una es igual a la otra, y así mismo cada etapa en la vida es diferente a las demás. No seamos como un afamado atleta suramericano que luego de haber llegado a lo máximo en su disciplina, se arrepintió amargamente de no haber podido disfrutar a sus hijas mientras crecían, pues el juego, la fama, la popularidad y el dinero lo tenían acaparado y entretenido de lo verdadero en la vida. Seamos sencillos, conformes con lo que tenemos, agradecidos no importando el proceso y sobre todo conscientes. La dicha de un camino bien recorrido es el libreto de nuestra película personal, y la conclusión es solo una añadidura más. El verdadero trofeo está en contar cómo llegamos al sitial donde estamos.
“No menosprecien estos modestos comienzos, pues el S EÑOR se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia...."
Zacarías 4:10 NTV
Hasta la próxima
0 comentarios:
Publicar un comentario