martes, 2 de junio de 2015
18:03
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OPINION
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César Medina
El viejo dicho andaluz aplica perfectamente a la pretensión opositora de ganar las próximas elecciones, porque la solución a la crisis interna del PLD borra cualquier posibilidad cimentada sobre la división de Danilo Medina y Leonel FernándezÖ
Con Danilo candidato, Leonel coordinando la campaña congresual, la estructura del poder en marcha y la propuesta de un gobierno de unidad nacional, lo único pendiente sería determinar el porcentaje del triunfo, si con el 70 ó el 80 por ciento.
La única posibilidad opositora era que el PLD se desguazara, y aún así le resultaba difícil vencer la candidatura de Danilo porque la reelección sobrepasa por mucho las simpatías electorales de su propio partido.
En el escenario poco probable de la unificación opositora en una candidatura común, vencer a Danilo Medina en las elecciones de mayo próximo es tarea poco menos que imposibleÖ si es que las matemáticas no se equivocan, como dijo Balaguer una vez.
Pero aún dentro de la proyección favorable para vencer en todos los escenarios electorales, Danilo busca unificar la voluntad de los dominicanos ofreciendo un gobierno de unidad nacional que involucre a las dos principales fuerzas opositoras, el PRD y el PRSC.
...Los partidos de Bosch
Una alianza electoral del PLD con el Partido Reformista no sería nada extraño porque han marchado juntos desde 1996, hace casi 20 años, con algunas excepciones frustrantes. Y cuando se trata de la reelección, ahí es que los reformistas se lucen desde tiempo inmemorial.
Difícil resultaría una alianza con el PRD, a pesar del sueño de muchos de que los dos grandes partidos fundados por Juan Bosch vuelvan algún día a estar juntos aunque fuera en una coyuntura electoral, como lo propuso Peña Gómez en 1990 en circunstancias muy parecidas a las actuales.
Ahora se han juntado “el hambre y las ganas de comer” entre las dos principales formaciones políticas del sistema, pero el chantaje emocional provoca un prurito que dificulta la alianza después que se quiso estigmatizar a Miguel Vargas por la derrota de 2012.
Las condiciones, sin embargo, están dadas para producir un gran acuerdo político entre el PLD, el PRD y el PRSC sobre la base de un programa de unidad que catapulte los cambios estructurales que exige la sociedad dominicana. Es esa propuesta histórica de Danilo que resulta tentadora al liderazgo opositor exceptuando al sector minoritario que postula a Abinader.
Peña lo propuso en 1990
En las elecciones de 1990 --con el PRD saliendo de una división profunda, como ahora--, Peña Gómez le propuso a Juan Bosch apoyarlo incondicionalmente para derrotar a BalaguerÖ Bosch lo rehusó pensando que tenía las elecciones en un bolsillo.
“Ö A ti lo que te conviene es ser candidato por el PRD para que vayas perfilando una imagen presidenciable”, le recomendó Bosch a Peña GómezÖ Y así se hizo.
En esas elecciones de 1990 Peña obtuvo el 22 por ciento de los votos, Bosch el 33.4; Balaguer el 33.5, y Majluta el 10 por ciento. El voto liberal que representaban Bosch, Peña y Majluta se aproximó al 70 por ciento del electorado.
Aquel escenario pudiera repetirse ahora porque el PLD, el PRD y el PRSC aliados podrían incluso superar el 70 por ciento del electoradoÖ
ÖCon un componente inédito: en los 54 años de democracia dominicana, jamás las tres principales fuerzas partidarias han marchado unidas a unas elecciones.
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