PLD... ¡Se soltó el loco!

César Medina
lobarnechea1@Hotmail.com

Danilo Medina lo ha dicho entre amigos y colaboradores: “Prefiero veinte veces ver en la Presidencia a un compañero del PLD que a cualquier adversario de otro partido…”.

Ese criterio tal vez sea lo único que salve la unidad del peledeísmo en una coyuntura tan difícil como la actual después que Leonel Fernández decidió correr otra vez por la candidatura presidencial desdeñando la corriente reeleccionista.

Pero lo que le viene encima --a Leonel, por supuesto--, no es cosa chiquita. El danilismo está dispuesto a sacar uñas y dientes para hacer valer su posicionamiento mayoritario, no sólo en el partido sino también en la simpatía popular… Y sólo le queda un camino: ¡la confrontación directa! En ese escenario Leonel lleva las de perder… No sólo él, sino toda su gente: en las ciudades, en los campos, en las provincias, en los municipios.

La maquinaria que se moverá en ese propósito arrasará con senadurías, diputaciones, alcaldías, regidurías.

Porque el danilismo --crecido en imagen pública cuando se anuncie con bombos y platillos que “el Presidente cumplirá su palabra” de no ir a la reelección--, desplazará su maquinaria interna invencible para copar las posiciones electivas en convenciones locales donde se sentirá el peso --y los pesos--, del poder… …Y de eso sabe Leonel mejor que nadie.

… Perdió “el momentum”
Decía en La Tecla de ayer domingo que Leonel tomó una decisión altamente riesgosa aguijoneado por mil torpezas de algunos funcionarios del gobierno y la indecisión interminable de Danilo para hacer saber que buscaría la reelección.

En política los tiempos son determinantes… “El momentum”, le llaman politólogos, científicos y sabihondos que cifran esa actividad entre los pasatiempos dominicanos… Eso fue lo que no supo aprovechar el presidente Medina y sus pensadores que le dieron argumento casi perfecto a Leonel: 

-”Si me retiro ahora, me derrotó Quirino y jamás podré levantar cabeza…”. El motivo es contundente, hábil, bien pensado, ejecutado en la coyuntura ideal, en su “momentum”.

Previamente se reunió con sus diputados, más de cincuenta; con sus senadores, dieciocho; con sus seguidores en el Comité Central, más de trescientos… Y sacó molleros en abierto desafío a las ya poco disimuladas intenciones reeleccionistas del danilismo.

Desde ese momento “la suerte está echada” en el terreno confrontacional del partido de Juan Bosch: al aniquilar la reelección, Leonel cerró cualquier brecha a la concertación y abrió una grieta política que se acentuará al promediar el año cuando la convención indefectiblemente elegirá al candidato…

Y queda sin alternativa…
Leonel debe prepararse --si es que no lo está--, para recibir una dosis de su propia medicina.

En la convención de 2007 que eligió candidato a las elecciones del año siguiente, Danilo alegó que los derrotó el Estado representado en ese momento por Fernández en ajetreos reeleccionistas.

Esta vez la confrontación entre ellos no se dará voto a voto porque Danilo no podrá presentar candidatura propia… Pero está casi obligado -- no sólo por su ego sino también por su sobrevivencia política--, a echar toda la carne en el asador a favor de un candidato… …Y ese candidato será Reinaldo Pared, que podría colarse si Danilo mete todo el brazo --¡y algo más!--, para derrotar a Leonel… ¡Eso hará, sin duda! De candidatos a senadores, diputados, alcaldes y regidores, que se olviden los leonelistas… ¡…Porque eso será del danilismo!