Madre soltera, el desafío de
un embarazo sin compañero
Algunas mujeres enfrentan el
desafío de un embarazo y una maternidad sin la compañía de una pareja, en
algunos casos por decisión propia, en otras por circunstancias ajenas a la
propia voluntad. Hay muchas razones que hacen que una mujer pueda encontrarse sola
en este momento. Quizás un embarazo no planeado, inesperado hace que el padre
desaparezca. También una relación puede terminar durante el embarazo, o el
padre por alguna enfermedad o accidente no puede participar en el mismo. Con
menos frecuencia, puede ser una decisión tomada en forma individual.
El hecho de no tener una
pareja no significa estar sola para sobrellevar el embarazo. La contención
necesaria puede provenir de otras personas. Un buen amigo o familiar cercano
puede apoyar emocionalmente y dar una mano en el momento adecuado. Esta persona
puede colaborar durante todo el embarazo y en el momento del parto. Incluso a
veces estas personas pueden realizar los cursos preparatorios y como también
presenciar el momento del nacimiento.
La responsabilidad de tener
un hijo, con todos los altibajos emocionales que trae aparejados y sin el amor
ni el soporte de una pareja (emocional y financiero), muchas veces no es tan
fácil. Por esta razón es imperativo el mantener durante todo el embarazo y el
post-parto una terapia psicológica, ya sea en un grupo (de ser posible en tu
misma condición) o bien individual. Cualquiera fuese la situación, tú como
madre sola necesitarás de todo el apoyo que puedas encontrar.
Será muy útil adelantar tu
preparación psicofísica para el parto, en lo posible en grupos de mujeres
solas. Comunica al equipo que te asiste tu condición de madre sola. Piensa con
anticipación acerca del momento del parto y las primeras semanas que siguen al
parto, y organízate de antemano para estar relajada y confortable. Considera
también la posibilidad de que alguien te acompañe en el momento del parto para
que te brinde el apoyo emocional necesario. A veces los propios padres de la
embarazada no comprenden la situación, incluso algunos amigos tal vez tampoco
la entienden. En estos casos te aconsejamos tratar de evitar situaciones de
conflicto con estas personas.
Quizás el mayor problema que
tengas que enfrentar sea la responsabilidad que representa asistir a un hijo en
soledad. Acepta toda la ayuda que te brinden y piensa de antemano como
organizarás tu vida después del parto, quien se hará cargo de tu bebé cuando
vuelvas a tu trabajo habitual; aprovecha el embarazo para recorrer guarderías o
jardines maternales para poder elegir uno con bastante anticipación.
Si el padre del bebé rechaza
la paternidad tienes la opción legal de confirmarla mediante estudios
específicos de ADN. Tal vez pases por momentos de rabia y resentimiento que son
normales en esta situación, pero debes encontrar el equilibrio que te mantenga
emocionalmente estable ante tu hijo. También debes prepararte en los aspectos
financieros de la situación. Averigua cómo será tu cobertura social, si se hará
cargo de los gastos de los cuidados de tu bebé o debes hacerte cargo tu misma.
A pesar de todo recuerda que
lo más importante es brindarle todo tu amor a tu bebé, que no fue consultado ni
pudo decidir estar en este mundo, ello redundará en un niño saludable y feliz a
pesar de las dificultades que pueda encontrar en el camino.
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